miércoles, 29 de mayo de 2013

Pastoralia, una visita obligada para los amantes del queso y la naturaleza

El año pasado visité el centro con mi familia y viví una experiencia muy agradable. No porque sea un amante del queso, que lo soy, sino porque el entorno que rodea al centro es una auténtica pasada. 

Es por eso que, a través de GourmetVip.com, he querido organizar una visita a finales de junio, porque sin ninguna duda es una experiencia increíble para compartir con la familia.


Te explico un poco de qué va esto. Pastoralia está en el corazón de Extremadura y allí, te transportan al mundo que rodea a la Torta del Casar y al de las labores y tradiciones relacionadas con ella. La verdad es que los niños se divierten muchísimo con los animales y los talleres, pero yo, como padre, disfruté como un enano de la naturaleza, el entorno, los restaurantes y, cómo no, del queso. Porque de la visita, lo mejor es la degustación, para qué engañarse.



Además, el viaje al centro puede servir de excusa para visitar la dehesa con ganadería brava que hay a pocos minutos, llegar a Cáceres, Trujillo o Guadalupe a poco más de media hora, y disfrutar de los  restaurantes cercanos o del encanto de las casas rurales de la zona. 

¡Una visita muy aconsejable para pasar el día o el fin de semana en familia o en pareja! 

¿Qué haremos? 
Visitaremos el Museográfico, las instalaciones, el taller y terminaremos con una degustación de la Torta del Casar. 
Después, sobre la una, cada uno será "libre". Yo recomiendo ir a la dehesa a comer a alguno de los muchos restaurantes de la zona en los que ofrecen menús de degustación con la Torta del Casar y después visitar Trujillo. 


¿Cuándo? 
El día 29 de junio, la visita comienza a las 11 de la mañana.

¿Dónde? 
En Calle La Vega s/n. Dentro del polígono industrial de El Palomar. En Almoharín, Cáceres.

Precio
6 euros por persona, que se pagan en efectivo cuando llegas al centro.

¿Cómo inscribirse? 
¡Muy fácil! Enviando un correo electrónico a info@gourmetvip.com indicando el nombre y el número de asistentes.


miércoles, 22 de mayo de 2013

Los secretos del Gin Tonic

Sí, detrás de cada sorbo de ese exquisito y moderno cóctel hay muchos secretos. Y no sólo los que te cuenta tu amigo con el espirituoso en la mano, me refiero a algunas de sus curiosidades y su historia.

Hoy, y para que os vayáis preparando para el Gin Motive de la semana que viene, os contaré algunos detalles de este popular combinado.


El Gin Tonic perfecto
El Gin Tonic es un combinado simple, y eso precisamente es lo que hace fácil equivocarse en su elaboración. Nosotros te recomendamos seguir estos cinco sencillos pasos.

- Servimos el hielo y enfriamos las copa. La llenamos con seis o siete hielos y los movemos para que la copa esté bien fría.
- Cortamos una piel de naranja lo más larga y fina posible para decorarlo. Además, cortamos una más pequeña y las exprimimos sobre los hielos.
- Incorporamos una ginebra de buena calidad, nosotros recomendamos Gin Mare.  Con unos cinco centilitros será suficiente, si no tenéis dosificador contad desde 1001 hasta 1003 mientras la servís desde una cierta altura.
- Servimos la tónica. Colocamos una cucharilla trenzada y dejamos que la tónica resbale por ella y se mezcle con el resto de ingredientes sin perder su burbuja.
- ¡Disfrutar del Gin Tonic perfecto!




Las mejores ginebras
Para elaborar el Gin Tonic perfecto necesitas la ginebra perfecta. Son muchas las candidatas a este puesto, pero aquí te aconsejamos algunas imprescindibles. 

Gin Mare. Una de las ginebras  más permiadas de nuestro país, con una personalidad esencialmente mediterránea. Su destilación con olivo, tomillo y albahaca le da una gran riqueza aromática y frescura. 30 euros. 

Nº 209. Ginebra de California, una ginebra estadounidenses, menos dulce y perfumada que el resto. 50 euros. 

Citadelle reserve. Ginebra artesanal elaborada en Francia. Es redonda y suave, con gran riqueza aromática, muy fresca. 56 euros.







Su origen
Para evitar la malaria los soldados ingleses en la India tomaban ginebra. Mientras tanto, y al otro lado del planeta, el alemán Johann Jacob Schweppe (¿te suena su apellido?) descubría la forma de introducir burbujas en el agua embasada.
Sólo fue cuestión de tiempo que este invento viajará a la India justo en el momento en el que los colonos ingleses querían celebrar la victoria de una batalla y ¡voilà! Sólo tuvieron que mezclar ambos ingredientes para escribir un capítulo más en la historia de los cócteles.


Una curiosidad
El Gin Tonic engorda un poco, cómo todas las bebidas alcohólicas. Más o menos unas 170 calorías por combinado, que es aproximadamente lo mismo que medio litro de cerveza. Pero lo que más engorda, en contra de lo que se uno pueda imaginar, es la tónica. Que, a pesar de su amargura, tiene un alto contenido de azúcar. Curioso, ¿no?


miércoles, 15 de mayo de 2013

Dos exquisitas recetas con aceites de trufa

El aroma de la trufa natural, el ingrediente que ha fascinado durante siglos a cocineros y sibaritas, es esta semana la protagonista de nuestras recetas. 

Porque vamos a elaborar dos platos con aceites de trufa, unos huevos escalfados con aceite de trufa blanca y una ensalada de patatas y canónigos con aceite de trufa negra.

¡Vamos allá! 

Ensalada de canónigos, patata y aceite de trufa negra 


Un capricho perfecto para una cena especial o un primer plato, inspirada en una receta de Joel Robuchon

Ingredientes para cuatro personas

100 gr de canónigos. 
4 patatas. 
Cebollino.
Vinagre de jerez.
Vinagre de vino.
Sal gorda y pimienta. 

Elaboración

Primero se cepillan las patatas y se cuecen con piel al vapor durante 25 minutos aproximadamente, hasta que les introduzcamos un tenedor y salga sin resistencia. 

Mientras tanto, preparamos la vinagreta de Robuchon a la trufa: mezclamos en un bol una cucharada sopera de vinagre de vino, una de vinagre de jerez y sal. Lo disolvemos muy bien e incorporamos unos 100 ml de aceite virgen extra con aroma de trufa negra poco a poco y despacito mientras emulsionamos con unas varillas. Corregimos el punto de sal y le incorporamos una pizca de pimienta y reservamos. 

Cuando las patatas estén listas, las pelamos y las cortamos en lonchas de unos 3 o 4 ml de grosor. Se ponen en un recipiente y se cubren con la vinagreta. Como la patata estará aún caliente, absorverá muy bien todos los sabores y aromas de la vinagreta. Lo dejamos reposar entre 3 y 4 horas. 

Para emplatar, ponemos en una fuente plana un lecho de canónigos y encima de estos, las rodajas de patata. Picamos el cebollino y lo colocamos por encima para dar un toque de color y frescura al plato. 

¡Y listo para disfrutar! ¡Un auténtico manjar! 


Huevos escalfados con boletus y trufa blanca


Parece mentira lo fáciles que son de elaborar estos huevos escalfados, ¡y el resultado que queda es maravilloso!

Ingredientes para cuatro personas 

4 huevos
50 gr de mantequilla.
400 ml de nata líquida.
4 lonchas de beicon.
200 gr de boletus edulis (o cualquier otra seta de temporada)
50 ml de caldo de carne. 
Media copa de vino blanco.

Lo primero, elaboraremos una menestra de boletus. Para ello, saltearemos los boletus en la sartén a fuego vivo, cuando ya estén salteados les añadiremos una copa de vino blanco, lo dejaremos reducir y después le incorporaremos el caldo de carne. Dejaremos que reduzca todo hasta que haya espesado y lo reservamos. 

Por otro lado, colocamos la mantequilla en una sartén honda y cuando ésta se derrite, añadimos la nata y dejamos que se caliente bien, tiene que cubrir los huevos, así que hay que echar una buena cantidad. Mientras se calienta, cortamos las lonchas de beicon en dados de 2 centímetros aproximadamente. Cuando la nata esté hirviendo, añadimos el beicon. Lo dejamos hervir unos 5 minutos y añadimos los huevos con ayuda de un cuenco (lo rompemos, lo echamos al cuenco, y del cuenco a la sartén).  Lo dejamos unos 4 minutos para que se escalfe al punto. 

Para montar el plato, hacemos un lecho con la nata y el beicon que hemos usado para escalfar el huevo, colocamos el huevo encima, un poco de la menestra que habíamos dejado reservada y por encima, echamos el aceite de oliva virgen extra con trufa blanca. 

¡Para chuparse los dedos! 




miércoles, 8 de mayo de 2013

Las conservas del mar gallego, un bocado cada vez más buscado entre los gourmets


“Tal vez yo no debiera ser pescador, pero para eso he nacido."


Así  hablaba Hemingway en su obra “El viejo y el mar” del oficio de pescador. Un trabajo romántico, que exige un gran respeto por la naturaleza y para lo que, desde luego, hay que nacer.


Y es que las conservas de Galicia comienzan con la vocación del pescador que se levanta todos los días para salir a uno de los mares más ricos de Europa en busca de algunas de las joyas más apreciadas de nuestro país: sus mariscos y pescados.

Esa entrega continúa en los propietarios de las conserveras que, enamorados del mar y de sus productos, muchas veces sitúan sus fábricas en el corazón de las Rías Baixas para poder trabajar codo con codo con las Cofradías de Pescadores.  De esta forma consiguen capturar en sus conservas la esencia del mar gallego mediante procesos tradicionales y 100% naturales.

Por eso no es de extrañar que, en la actualidad, las conservas gallegas hayan expandido su fama fuera de nuestras fronteras y que cada vez sean más los gourmets que se fijan en esta delicia. 

Dentro de nuestro país son muchas las conserveras gallegas famosas por su calidad, pero entre las más valoradas por los expertos están la “Real Conservera Española”, con casi cien años de tradición dedicadas a mejorar lo que ya era inmejorable y "Luis Escuris Batalla", cuyo mejillón en conserva es considerado uno de los mejores del mundo por Carlos Maribona, crítico culinario del ABC.

Ambas elaboran bocados que, poco a poco, se ha hecho sitio 
entre las delicias prefieridas de los mejores gourmets.